23 de julio de 1992
La voluntad Divina se manifiesta a través de los seres humanos. Nadie está aislado ni es independiente de lo divino o de los demás; todos dependemos de otras personas hasta para lo más básico de la vida, como la comida y el transporte. Depende de nuestra elección si nos entregamos a lo divino con gracia o no. La rendición y la obediencia conducen al servicio, y el servicio que tiene un impacto se llama amor. Cuando se nos otorga honor, algo que no podemos ganar, alcanzamos un estatus. El estatus más elevado de la vida humana es la valentía (o la ausencia de miedo).
La postura en esta kriya es difícil de mantener, especialmente si tenemos tendencia a la artritis, pero puede sacarnos de la profundidad del miedo y cambiar completamente nuestra frecuencia.
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