24 de mayo de 1976
Esta meditación induce una relajación profunda y una sensación de felicidad y paz. Se dice que hace que el rostro luzca más joven y radiante, prolongando la luminosidad de la inocencia y fomentando la longevidad. Se recomienda practicarla al final del día para liberar la tensión y prepararte para un sueño reparador. Evita realizar esta kriya si aún tienes tareas pendientes o algún lugar al que ir, ya que puede relajarte demasiado o causarte somnolencia.
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