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Esta meditación ofrece una poderosa manera de conectar con la energía nutritiva de la Divina Madre, fuente de toda la creación. Puede ayudarte a cultivar la paz interior, liberar miedos y empoderarte para actuar. Las cuatro partes de esta meditación deben realizarse durante la misma duración; pueden practicarse durante 11, 31 o 62 minutos.
Postura y mudra: siéntate en postura fácil (Sukhasana) con la columna recta. Junta las manos en Gyan Mudra.
Ojos/Drishti: cierra los ojos.
Atención consciente: medita en la espiral de energía infinita y en constante expansión que emana de la Madre Divina, el útero primordial, una fuente sin principio ni fin que llega al Infinito.
Duración: continúa durante 11, 31 o 62 minutos, según tu preferencia y nivel de experiencia.
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