Construye Tu Fuerza Interior
Octubre de 1979
Esta meditación ofrece una base para una práctica espiritual verdaderamente transformadora (sadhana). Refina tu control de la respiración, aumentando tu capacidad de excelencia en todas las áreas de la vida. Conocida por su capacidad para superar la tristeza y el desánimo cotidianos, también fortalece significativamente tu sistema nervioso.
Mantén los codos rectos durante toda la meditación. Si experimentas mareos o desorientación, verifica de nuevo tu técnica de suspensión de la respiración y asegúrate de estar aplicando correctamente la Cerradura de Cuello (Jalandhara Bandha).
Para obtener apoyo adicional, considera practicar con una compañera que pueda cronometrar tus sesiones, tener agua cerca y ofrecerte un masaje después. Este enfoque colaborativo puede ayudarte a desarrollar tu sistema nervioso a un nuevo nivel, fomentando una sensación de estabilidad inquebrantable y confianza en ti misma.
Como cualquier habilidad que valga la pena, esta meditación requiere un cultivo gradual. Comienza con sesiones cortas, idealmente de 3 a 5 minutos. Asegúrate de poder mantener cómodamente la técnica durante toda tu práctica. Si es necesario, acorta la sesión y aumenta gradualmente la duración a medida que te sientas más cómoda.
A medida que domines la práctica, puedes aumentar la retención de la respiración progresivamente, alcanzando un máximo de 60 segundos. Elige un punto de partida realista y aumenta gradualmente hasta 11 minutos. Este marco de tiempo permite un flujo de energía óptimo a través de tu Cuerpo Pránico. Resiste el impulso de extender la práctica más allá de esta duración.
Al seguir estas pautas y abordarlo con paciencia, estarás en el camino correcto para desbloquear tu extraordinario potencial.
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