9 de noviembre de 1981
Sin conciencia, los seres humanos actúan por instinto, como los animales, haciendo las mismas cosas predestinadas y pautadas que siempre hemos hecho. La mente humana avanzada nos da la capacidad de inteligencia creativa, el estado en el que estamos jugando el juego de la vida, pero también somos conscientes de que estamos jugando el juego al mismo tiempo. La inteligencia creativa proviene de la mente meditativa, que podemos desarrollar a través del canto o Nam Japa, que nos lleva a nuestro máximo potencial.
La inteligencia creativa es ilimitada porque está conectada con el flujo del espíritu. Nos brinda felicidad al ampliar la sensibilidad de la mente de manera tan amplia e infinita que podemos sentir a Dios dondequiera que estemos. Cuando siempre podamos encontrar la unidad de Dios, seremos simplemente nosotros mismos, felices y libres.
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