En la práctica de Kundalini Yoga, estamos familiarizados con los diez cuerpos espirituales y su relación con la numerología tántrica. Sin embargo puede suceder que no siempre entendamos lo mismo o que sea tu primera vez leyendo sobre este tema.

Los diez cuerpos espirituales son aspectos constitutivos que tenemos todos los seres humanos. Así como tenemos dos ojos, un ombligo, un intestino, tenemos un cuerpo del alma, una línea de arco, un cuerpo sutil. Algunos de los nombres de las diez herramientas o cualidades que vamos experimentando en nuestra vida.

Saber acerca de los cuerpos espirituales es tener la información de un mapa, que representa estos aspectos constitutivos. ¿Pero cómo se experimentan? ¿De qué modo reconocemos las distintas cualidades expandidas o contraídas en nosotros mismos? ¿Cómo los desarrollamos o gestionamos?

El primer elemento para identificar las características de los diez cuerpos espirituales es la autoobservación, a través de la práctica meditativa, la psicoterapia o la herramienta que nos sea afín. El siguiente elemento es el conocimiento y la información que recibimos de personas que a lo largo del tiempo han estudiado, codificado y compartido su saber en relación con este sistema que llamamos: cuerpos espirituales. Y finalmente está el elemento de aquello que percibimos individualmente a través de la propia experiencia guiada por la intuición.

Estos tres elementos nos permiten establecer una relación interactiva con los cuerpos espirituales, y el lenguaje de los números que dan lugar a la Numerología Tántrica.

Entre teoría y experiencia, nos vamos nutriendo y enriqueciendo. Para que este lenguaje nos guíe hacia acciones, relaciones y decisiones más conscientes y conectadas con nuestra esencia. 

Un poco sobre la Numerología Tántrica

Antes de continuar con los cuerpos espirituales, hablemos un poco sobre la numerología tántrica. Hay números y hay cuerpos espirituales. Los números se consideran uno de los lenguajes universales, junto con la luz, el color, el sonido y la geometría.

Los números lo abarcan todo. Expresan un orden, una estructura, una combinación que nos trasciende como individuos, y al mismo tiempo nos incluyen. No sólo sirven para calcular, sino que son capaces de expresar mucho más que una simple cantidad.

Para Pitágoras los números eran símbolos divinos del orden del mundo y la clave que nos ayuda a descifrar las leyes armónicas del universo.

La carta numerológica

Este orden del mundo, individualmente se plasma en lo que llamamos carta numerológica. Un mapa que se forma con la fecha de nacimiento, con cinco números básicos, más otros trece números, que dan cuenta de aspectos personales.

Cuando sabemos cómo leer e interpretar la carta podemos ver: características peculiares, dones, desafíos. Experiencias del pasado que están impidiendo el desarrollo y crecimiento, aspectos del presente que necesitamos desbloquear, o activar, relaciones que están en conflicto o desequilibrio… y mucho más.

Es tan singular que aunque dos personas hayan nacido el mismo día, del mismo año y los números de la carta sean los mismos, la carta será absolutamente distinta. Pues lo que leemos en este mapa personal, está relacionado con lo vivido, con las experiencias y logros, con el entorno de crianza y desarrollo, con la capacidad y dedicación para superar limitaciones, y activar dones.

Este diseño personal, no es algo fijo e inamovible, a pesar de que los números de la fecha de nacimiento sean siempre los mismos. La carta es el dibujo de energías que danzan, que varían de intensidad, combinando la interacción de las energías individuales con las del entorno. Me gusta verlo, como el mapa de un territorio que vamos recorriendo en distintos momentos del año, en distintos momentos de tu vida. Y a pesar de que el mapa es el mismo, solo sabes cómo es el paisaje a medida que lo recorres. Así se expresan los diez cuerpos espirituales en tu vida, al ser transitados…

Yogi Bhajan enseñó numerología tántrica, junto con kundalini yoga en los comienzos de los años 70. Esta sinergia ha sido y es potente. Trae información de manera simple y profunda, que nos permite comprender conceptos abstractos de manera muy pragmática. Entender cómo lo intangible se visibiliza en lo tangible. El kundalini aporta meditaciones y prácticas específicas para equilibrar o activar alguno de los cuerpos espirituales.

El sistema Antar Jami

Mi manera de relacionarme con el lenguaje de los números y los cuerpos espirituales se sintetiza en un sistema llamado Antar Jami. Un modo en el que dialogo con cuerpos y números, números y cuerpos, de manera fluida y que utilizó para ayudar a las personas a entenderse un poco más a sí mismas. Algo de este sistema voy a ir compartiendo contigo a lo largo de varias entregas aquí en Areté.

Hace veinte años aprendí numerología tántrica con Gurudass Singh de USA. En un primer curso que fue el gran portal de mi acercamiento a la numerología. Fue como una varita mágica que despertó en mí, la relación con este lenguaje. Una relación que siempre sentí familiar y de fácil y sencilla comprensión. Desde entonces vengo haciendo consultas personales, dando cursos, clases y talleres. Practicando, estudiando y enseñando. Mi diálogo con los números y los cuerpos está presente cuando practico, leo o estudio tanto filosofía yóguica, anatomía, biología, neurociencia, como movimiento expresivo, yoga… diría que en todo. Y siempre tienen algo que enseñarme.

La constitución decimal

El 0 y el 1. El 1 y el 0

El primer paso siempre será el primero.

No tiene mayor importancia el día en que naciste para así saber “tus” números, sí saberlo te va a condicionar y limitar. Porque, hayas nacido cuando hayas nacido, y solo por haber venido al mundo, es que tienes 10 cuerpos espirituales, cualidades y herramientas para desplegar el potencial del Alma.

Estos 10 cuerpos espirituales según el día en el que naciste se “organizan” de un modo singular, dándote desafíos y dones particulares. Algo así como la especificación individualizada, para que te ocupes con más detalle y dedicación.

Los 10 cuerpos son: 

• 1 alma 
• 2 mente negativa 
• 3 mente positiva 
• 4 mente neutral 
• 5 físico
• 6 línea de arco
• 7 aura
• 8 pránico
• 9 sutil
• 10 radiante

El 1 como única manifestación

El uno se hace dos y el dos mil cosas

En el principio de los tiempos todo comienza con la unidad. No con el uno que cuantifica, sino el UNO como la idea de que lo único que existe es la unidad y que no hay nada por fuera de la unidad, porque allí ya está todo contenido.

El Universo es mental. Es una creación de lo que podemos llamar la mente UNO, la fuente, la gran conciencia universal, lo Absoluto, que se encuentra en un estado de perfección y equilibrio, iluminada, integrada y completa. En ese estado, “la fuente puede compararse con un bibliotecario que leyó absolutamente todos los libros de su gran biblioteca, pero que no experimentó nada de lo que leyó”. Sin embargo tiene una inquietud, un gesto de querer experimentar, esto es lo que produce la ruptura del equilibrio. La fuente sale de su estado de perfección, provocando en la nada un pulso expansivo. Un movimiento de onda esférica que se propaga, siendo el primer sonido, el sonido original: el OM.

Una vez que la fuente produce algo nuevo, lo explora hasta que no quede absolutamente nada por aprender, hasta agotar la posibilidad de solución. Este es un principio que se utiliza en todas las cosas de aquí en adelante. Entonces propaga el sonido hasta que no tiene más nada que aprender de ello y alcanza su máxima capacidad de procesamiento. Este es un principio que la Fuente utiliza en todas las cosas de aquí en adelante. Expansión y contracción es la dinámica binaria de todo movimiento en el universo.

Esta exploración para aprender y alcanzar la máxima capacidad de procesamiento es lo que el Alma idealmente hará en cada una de sus encarnaciones.

El Alma, es el número 1 que tiene la inquietud, el deseo de experimentar y aprender. Para ello deberá propagar su potencial, su esencia hasta su máximo alcance. Este movimiento está representado en el recorrido del 1 al 10, el cuerpo radiante.

El 10 es el número que representa la completitud.

Es el Seiban del mul mantra de la tradición del Sikh Dharma que cantamos en kundalini yoga.

Son 10 los dedos de pies y manos.

10 son las Sefirot, los atributos y las emanaciones, representadas en el árbol de la vida de la Kábala.

El 10 es el cuerpo radiante, que representa el compromiso, la excelencia y la grandeza para vivir nuestra propia existencia en su máximo potencial y esplendor. El 10 es un lugar de llegada, de lo que se inició en el 1, y a la vez es un paso hacia un nuevo comienzo.

En el 10, el 1 se vuelve a encontrar consigo mismo en un espacio global. Es en donde aparecen por primera vez dos números y por primera vez el 0. El 1 el cuerpo del alma y el 0 su resplandor. El símbolo del círculo: 0 y la línea: 1.

En la constitución decimal podemos considerar al 0 como la matriz, el vientre materno un espacio cerrado en sí mismo, en el que el 1 se gesta. Es en el 10 donde el 0 aparece y representa el todo y la nada, el misterio, lo desconocido, lo global, lo que contiene a todo y a todos. Aquello que no tiene principio ni final. Este 0 ha estado siempre, porque del 0 venimos y hacia el 0 retornamos.

El 0 es el potencial en el que aún no hay nada definido, pero que está preparado para convertirse en algo. Para que las posibilidades de dicho cero o círculo puedan emerger, el círculo debe abrirse. Y al hacerlo se divide, se separa… es allí donde comienza el viaje de la manifestación.

“Desde un punto de vista matemático, el 0 es un fenómeno interesante. Está presente en muchos números sin que sea siquiera pronunciado. Un millón (1.000.000) consta de seis ceros que no se nombran. A pesar de que no vale nada, puede hacer crecer considerablemente una cifra. Al 1 lo convierte en 10, razón por la cual se dice irónicamente que un 0 puede multiplicar los problemas por 10. El 0 también puede ser destructor, pues todo lo que se multiplica por 0 se convierte en nada (99 x 0 = 0). […] Si dividimos un número por 0, el resultado es infinito”. […] De aquí puede venir la frase “el universo se creó cuando Dios dividió por cero.” La simbología y el significado de los números, Hajo Banzhaf. Ed Edaf. 2007

Podemos considerar que ese 0 somos nosotros mismos, es lo desconocido en nosotros, es la divinidad que se experimenta en su propia creación a través de cada ser vivo. Del modo en el que se va a expresar es en la singularidad, 1: un fractal del principio único, que se experimenta a sí mismo a través de lo que ha creado.

La vida, es entonces un viaje para conocer lo desconocido en nosotros. Para conocer a la fuente en su manifestación individualizada. La mente UNO, la fuente creadora, G.O.D. (God, Dios en inglés). Que así como en la cosmogonía hinduista, el UNO es la Trinidad. Un principio generador, un principio organizador y un principio destructor.

Será la experiencia personal a través de los 10 cuerpos espirituales, de sus matices y de los distintos aspectos que representan, una herramienta que nos permitirá alcanzar nuevamente el estado de unidad y realización.

En el próximo artículo compartiré con ustedes acerca del 1 como única manifestación. 

Y el 1 individualizado, al que llamamos el cuerpo del alma. 

El Alma como un fractal de la Fuente haciendo una experiencia en esta unidad cuerpo/mente. Como una semilla que contiene información nuclear, genética, hereditaria, dones, desafíos, karmas y samskaras. Creando el programa para ejecutar en esta vida.

No te preocupes dónde va a conducirte el camino. Concéntrate en el primer paso. Es el más difícil de dar. Rumi