En el pensamiento yóguico, estamos hechos de mucho más que nuestros cuerpos físicos: las formas densas y tangibles que podemos ver y tocar. Más allá de esto, hay un sistema sutil que subyace a nuestro cuerpo físico e interactúa con él: la anatomía energética. Como escribe TKV Desikachar en el libro El corazón del yoga : “Los cuerpos sutil y burdo están íntimamente conectados; lo que afecta a uno afectará inevitablemente al otro. Comprender esta interacción es clave para la salud holística”.
El equilibrio de las energías sutiles dentro del cuerpo es esencial para el bienestar general. Estas energías no están aisladas, sino que están intrínsecamente conectadas con todas y cada una de las capas de nuestro ser. Como explica el Dr. David Frawley: “Cuando las energías sutiles del cuerpo están equilibradas, las capas física, emocional y mental también entran en armonía”. Cuando comprendemos esta interconexión, apreciamos la importancia de ser conscientes de la anatomía energética y trabajar con ella para crear armonía no solo en el cuerpo, sino también en la mente y el espíritu.
Podemos pensar en la anatomía energética como el sistema circulatorio del cuerpo energético, con componentes comparables. En el sistema circulatorio físico, tenemos sangre, que transporta nutrientes y sustancias vitales para sostener el cuerpo, canales, como venas y arterias, a través de los cuales fluye la sangre, y el corazón, que mantiene todo el sistema en movimiento. De manera similar, en la anatomía energética, El Prana (o energía de la fuerza vital) funciona como la sangre, los Nadis son los canales a través de los cuales fluye el Prana y los Chakras actúan como el corazón, impulsando y regulando el movimiento de la energía en todo el sistema.
En esta sección, exploraremos estos componentes clave: Prana , los Vayus , los Nadis y los Chakras , profundizando en sus roles y relaciones dentro del marco de la anatomía energética.
Vayus y Prana
En este modelo, Prana (con P mayúscula) es la fuerza vital, la energía fundamental que nos anima y nos sostiene. Como describe Paramhansa Yogananda, “Prana es el mar universal de energía que infunde y vitaliza toda la materia”. Prana puede compararse con la sangre en el sistema circulatorio. Así como la sangre está formada por varios tipos de células, Prana también puede dividirse en cualidades o componentes específicos conocidos como Vayus. Estos Vayus están asociados con varias funciones, no solo dentro del cuerpo físico sino también dentro del cuerpo energético.
Se cree que existen alrededor de 35 Vayus en total, pero nos centraremos en los cinco Vayus principales: Prana (p minúscula), Udana, Apana, Samana y Vyana. En la siguiente sección, exploraremos cómo funciona cada uno de estos Vayus y sus implicaciones para nuestro bienestar general.
Nadis
Los Vayus viajan a través de canales conocidos como Nadis, que pueden considerarse como los vasos sanguíneos del sistema energético. Se dice que hay más de 72.000 nadis en el cuerpo humano. En la medicina china, se han trazado canales similares como meridianos .
En la práctica del yoga, nos centramos principalmente en tres Nadis principales: Ida, Pingala y Sushumna.. Este sistema de nadis funciona de forma muy similar a las cuerdas de una guitarra: al tocar una cuerda, las demás resuenan en respuesta. De igual manera, al estimular y regular estos tres nadis principales, los otros 72.000 nadis responden y vibran en armonía. La interacción y vibración de estos nadis puede tener profundos efectos en nuestro estado energético, emocional, mental y físico.
Se cree que existen alrededor de 35 Vayus en total, pero nos centraremos en los cinco Vayus principales: Prana (p minúscula), Udana, Apana, Samana y Vyana. En la siguiente sección, exploraremos cómo funciona cada uno de estos Vayus y sus implicaciones para nuestro bienestar general.
Chakras
Finalmente, los ChakrasLos chakras, o centros de energía, funcionan como el corazón de este sistema, facilitando el movimiento y la distribución del Prana a través de los nadis. Los chakras son un sistema complejo influenciado por la conciencia, el cuerpo físico y las emociones. Son la clave para entender cómo nuestro sistema energético interactúa con todos los aspectos de nosotros mismos y los impacta: nuestra conciencia, emociones, pensamientos y cuerpo físico.
La Energía Kundalini y Su Flujo
La energía Kundalini, a menudo descrita como una serpiente enroscada que yace latente en la base de la columna vertebral, es una fuerza espiritual profunda dentro de cada uno de nosotros. El despertar y el libre movimiento de esta energía se consideran la clave para lograr el crecimiento espiritual y la expansión de la conciencia. Cuando la energía Kundalini fluye libremente a través del Sushumna Nadi (el canal central del cuerpo energético), activa todos los chakras, fomentando una profunda autoconciencia, sanación y transformación.
Granthis: Los Nudos Energéticos
En la tradición yóguica, los Granthis son nudos o bloqueos energéticos en todas las capas del cuerpo, materiales y sutiles, que restringen el flujo de la energía Prana y Kundalini. Estos nudos simbolizan apegos, miedos o limitaciones que nos atan a los reinos materiales y egoicos. Hay tres Granthis principales: Brahma Granthi, Vishnu Granthi y Rudra Granthi.
Punto del Ombligo
El Punto del Ombligo, ubicado justo debajo del ombligo, es un centro energético vital en la anatomía yóguica, donde convergen 72.000 nadis (canales de energía) que distribuyen el prana por todo el cuerpo. Más que un centro físico, rige el equilibrio, la vitalidad, la digestión, la fuerza de voluntad y la estabilidad emocional.