Namaste procede del sánscrito, donde «nama» significa «reverencia», «as» significa «yo» y «te» significa «tú».
Juntos, «Namaste» se traduce como «Me inclino ante ti».
Suele ir acompañado del gesto de juntar las palmas de las manos delante del pecho e inclinarse ligeramente.
Más allá de un simple saludo, Namasté tiene un significado espiritual, pues reconoce la chispa divina que hay en cada persona y transmite respeto, honor y buena voluntad.