Dhyana, en el contexto del yoga y la filosofía india, se refiere a la práctica de la meditación y es una de las ocho ramas del yoga, según lo descrito por Patanjali en los Yoga Sutras. Implica una concentración profunda e ininterrumpida donde la mente se absorbe por completo en el objeto de enfoque, lo que conduce a un estado de profunda quietud interior y consciencia. Dhyana se caracteriza por una profunda fusión con el objeto de concentración, lo que genera un flujo continuo de ondas de pensamiento. El meditador permanece consciente de los pensamientos, pero no se involucra con ellos, lo que permite un flujo ininterrumpido de consciencia. Esta práctica va más allá de Dharana (concentración) al mantener esta atención enfocada sin esfuerzo, fomentando la paz interior, la claridad y la autorrealización, y es esencial para alcanzar estados superiores de consciencia y la iluminación espiritual.