Shiva es una deidad principal del hinduismo, venerada como el ser supremo que encarna las fuerzas creadoras y destructoras del universo.
Se le conoce como el dios de la transformación, la destrucción y la regeneración.
A menudo se representa a Shiva como el bailarín cósmico (Nataraja), que simboliza el ritmo de creación y destrucción del universo.
Como yogui y asceta, Shiva representa la disolución del ego y la trascendencia de los apegos mundanos.
Los devotos adoran a Shiva para buscar la liberación espiritual, la paz interior y la transformación de la conciencia.
También se le asocia con atributos como la meditación, la austeridad y el equilibrio armonioso entre las energías masculina y femenina (Shiva-Shakti).